esto es UCDM

...take a seat on a peaceful mind...

Mi mente está absorbida con pensamientos del pasado.


En alguna parte del capítulo se dice que el único pensamiento verdadero que se puede tener con respecto al pasado es que éste no está aquí, lo cual podría sonar indignantemente obvio, sin embargo, ¿quién podría poner en práctica una idea tan radical como ésta?. Bajo esta perspectiva los recuerdos no tendrían sentido alguno, como tampoco el psicoanálisis y no se diga el rencor (el resentimiento (el trauma emocional (el arrepentirse por lo ya hecho (etcétera)))). Pensar en términos del pasado es, digamos, estar en el presente en un porcentaje menor al 100%, y ya se sabe que ésta cantidad es la única correcta para vivir a plenitud el único tiempo real de todos, para vivirlo en paz, para vivirlo en libertad.

La melancolía es un apego con el pasado, también la frustración, también el odio. El deseo, la expectativa, la visualización también son apegos, apegos con el futuro, apegos que pueden conducir a emociones buenas o malas pero que no tienen que ver con el presente. No importa la forma que nos lleve a otro tiempo que no sea el actual, como sea, es prescindible, no es real, no es importante, no es vital. Pasado o futuro son tiempos que, absolutamente, no existen.

Suena tan simple, tan lógico: sin apegos con el pasado o el futuro puedo recorrer tranquilamente mi presente, fluir en él, sin resistencias absurdas: lo contrario se da cuando sufro por la muerte de alguien, cuando me arrepiento de no haber hecho tal cosa, cuando deseo que algo en específico ocurra, cuando no perdono a mis padres o a mis hermanos o a quien sea por algo que hicieron en el pasado: bajo circunstancias así no estoy en el presente, no estoy en paz, estoy con expectativas para poder empezar a vivir el amor.

El presente se me vuelve entonces un discurso interesante, un signo revelador, un sentido más verdadero que los sentidos del cuerpo, un estado lógico, un motivo de comprensión.

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