esto es UCDM

...take a seat on a peaceful mind...

Estoy disgustado porque veo algo que no está ahí.


Querer que el otro sea distinto es una costumbre muy arraigada en la cultura. Se ve en los medios, los noticieros, las teleseries, los editoriales políticos y deportivos, con los que atienden los bancos, los supermercados o los microbuses, entre compañeros de trabajo, entre amigos, entre novios, con los hijos, con los padres.


De pronto es común verse inconforme, molesto, “afectado” por la manera de ser del otro, entonces es fácil desearle alguna clase de mal, sentir satisfacción con la idea de que le vaya mal o coraje con la idea de que le vaya bien, en fin, el mecanismo que entra en juego en este tipo de circunstancias puede adoptar formas distintas pero en el fondo parte de una misma ilusión.

Criticar al otro es una cansada actividad en la que es fácil encontrar aliados, compañeros jueces con los cuales retroalimentar el odio, ese aparente antagónico del amor.

Dos personas me han conflictuado muchísimo desde hace años. Ayer, hablando con Claudia luego de un vivificante café vespertino, entre análisis y teorías en torno a estas dos personas, de pronto las visualicé como dos personas merecedoras de la felicidad, como personas con derecho al aprendizaje (reencuentro, conciencia) de la paz. De ahí no salté a sentir culpa por tanto tiempo de conflicto, de querer justicia, venganza o lo que sea que haya querido que sucediera para mi beneficio, sólo sentí la verdad de lo que ellas son, por un momento no hubo proyección ni miedo ni expectativas del futuro ni colocación de la culpa en algo o alguien, sólo fue un instante santo en el que experimenté la liberación total.

Quién diría que analizar / criticar al otro sería una carga tan pesada. Siempre había creído que criticaba / analizaba “de manera constructiva” pero es muy claro qué clase de justificación del ego hay en esa idea. Pero no, no hay nada parecido a esa liberación que viví ayer al ocaso, Claudia dice que le entregué al Espíritu Santo ese momento (esos conflictos, esas ideas) pero eso es algo que todavía no comprendo bien a pesar de que Claudia, facilitadora del Curso, me lo explique con edénicas manzanas. Anécdota que engarza a la perfección con la lección de hoy.

Subscribe